Día
19/04/2020. El Heraldo de Soria en su edición publica la siguiente noticia:
“El número de positivos de
Soria se habría reducido un 93% si el confinamiento hubiera empezado una semana
antes”
“Un estudio de la Universidad de Oviedo indica que empezar el confinamiento
el 7 de marzo hubiera provocado que los contagios fueran reducidos al mínimo”.
“En el caso de la provincia de Soria el estudio
deja algunos aspectos remarcables que ayudan a comprender la expansión de la
pandemia en la provincia. En primer lugar apunta que la importancia que ha
tenido en provincias como Soria el éxodo de las grandes ciudades y que además
eso contribuyó a que la pandemia se iniciara una semana más tarde. Específicamente
para la provincia el estudio da una gran importancia al factor de vecindad con
La Rioja como punto clave para la expansión del virus”.
A fecha 18 de abril el número de fallecidos en
la provincia de Soria según cifras aportadas podrían ascender a 250. Es decir,
250 familias han perdido un ser querido, y 250 personas han perdido la vida por
la falta de previsión de quienes tienen la responsabilidad de proteger la salud
y la vida de las personas, pues tal y como manifiesta el estudio realizado por
la Universidad de Oviedo si hubiera habido un 93% menos de contagios llevado a
muertes el resultado hubiera sido infinitamente menor, es decir “la cifra”
serían 18 muertos (93% menos) o incluso menos.
¿Qué nos está diciendo esto?¿existió desidia,
negligencia o imprudencia por quienes tenían la responsabilidad de “advertir” o
tomar medidas propias?
La imprudencia
temeraria, en el ámbito penal, se define como el delito cometido
por una persona con total omisión de prudencia y cuidado, y que supone un daño
o un peligro para la vida o la seguridad de otros. ¿A qué nos recuerda esto?.
Hace
mucho oí decir que cuando se ha tenido relación directa o indirecta en la
muerte de una persona, cada día el muerto te toca en el hombro recordándote que
vive en tu conciencia.
Allá cada cual con la suya, pero más de 30.000
muertos es para no poder dormir en el resto de la vida pensando cuantas
pudieran haberse evitado.